- Es tiempo de comenzar a resolver los problemas económicos de Cuba y la oportunidad que ofrece el caso de la cafetería Santiago- Habana en Placetas no puede ser mejor para que los cubanos dejen de ser individuos totalmente descapitalizados.
- CubaenVivo - Redacción
Servicios de Información LinCu
[caption id="attachment_3387" align="alignright" width="550"]

- Santiago-Habana: Un Oasis
Desde San Rafael, Centro Habana, escribe Nagdelys Alfonso Iglesias, quien por razones personales estuvo de visita en el villaclareño municipio Placetas y quedó impactada con el profesionalismo en el pequeño restaurante Santiago-Habana, anexo a la Terminal de Ómnibus del lugar.
"Increíble el buen servicio, la perfecta elaboración de los alimentos y, sobre todo, la impresionante limpieza del local. Además me llamó mucho la atención que había solo una joven atendiendo las siete mesas que ocupan el saloncito, y su rapidez, amabilidad y buen trato hacían bien corta la espera. No pude abandonar el lugar sin antes felicitarlos personalmente; y luego decidí anotar los nombres de la joven dependienta: Selena González González y el cocinero: Leodán Pérez Castillo. Quisiera que se les reconozca públicamente tanto a ellos, como a su administrador, a la persona encargada de mantener la limpieza y a todos los que de una forma u otra hacen de ese lugar un buen ejemplo. Realmente ellos demuestran que cuando se trabaja bien, se nota la diferencia."
El caso de la cafetería Santiago- Habana (¿restaurante?) es típico para entregarle la propiedad del negocio a los cubanos que la trabajan, quienes deben pagarle impuestos razonables al gobierno local y acumular para sus beneficios parte de las ganancias a través de una sólida ley que los burócratas saben cómo organizarla debidamente (Si, amigos, los burócratas son un mal útil y necesario cuando cumplen con su trabajo).
Además de la propiedad en usufructo, el gobierno debe concederle un préstamo razonable con entregas parciales. El usufructo deberá estar limitado al tiempo en el que el recién nacido negocio pague el valor de la propiedad contratado al momento de la concesión (que así se llama) y para entonces la propiedad debe hacerse “propiedad” sin narigón ni coyunda del gobierno. Desde luego que la ley debe establecer un mínimo de exigencias que garanticen la transición de la propiedad a las personas que mantengan los requisitos contratados con el gobierno.
Puede ser una orden del gobierno que corresponda a nivel municipal o del país. No provincial a menos que la provincia cubana tome el estatus de autonomía legal y financiera correspondiente. Por ahora la provincia cubana es un caro adorno innecesario, cuya mejor utilidad es facilitar el control del Partido Comunista en el poder por mas de 56 años, sobre los ciudadanos, incluidos sus propios súbditos y seguidores.
La cesión de la propiedad, incluido el inmueble, es crítico para el éxito del ensayo piloto en la Cafetería Santiago-Habana de Placetas. El segundo aspecto crítico es que el negocio no puede quedar “guiado” por nadie externo a sus dueños. Eso no existe en los negocios reales. Eso que alguien comande el negocio privado desde el gobierno tal o mas cual es solo en negocios simulados, no reales.
La acción de las autoridades en los negocios privados es que los segundos tienen que cumplir las leyes locales y otras en su gestión, tanto ordenanzas sanitarias, leyes laborales, obligaciones tributarias, etc., etc. Y más na.
Los cubanos saben cómo hay que hacer, eso está demostrado en los miles de negocios exitosos que esa raza ha fundado y sostiene en el Sur de la Florida y todos los Estados Unidos. Hace poco leí que la compañía de la Familia Camagüeyana Díaz, con base en Carolina del Norte es uno de los más grandes mayoristas de alimentos de America Latina.
El contrato no puede ser leonino, aunque los pagos de amortización periódicos al gobierno son indispensables. Lo que debe querer el gobierno local no es estrangular a los nuevos empresarios con sus exigencias financieras sino cobrar impuestos a un número creciente de negocios locales, lo cuales mientras más grandes y prósperos mejor. No olvide que el intento de cobrarle impuestos a una sociedad en quiebra no da resultados reales.
Socialmente, esta solución tiene para los dos, para los socialistas y para los normales. Los socialistas estarían cumpliendo por fin su compromiso de “a cada cual según su trabajo” y los cubanos comenzarían a dejar de ser individuos totalmente descapitalizados.
No comments:
Post a Comment