Monday, November 17, 2014

En Cuba no se prohíbe anunciar el tabaco

    Al analizar el comportamiento del consumo de cigarrillos en el país durante el 2013, en relación con el año anterior, se demuestra que el consumo per cápita (por cada cubano de 15 años o más) creció en un 4.8 por ciento.


    Por Yuniel Labacena Romero
    Especial para CubaenVivo


1er artículo de 4: Tabaquismo mata 36 cubanos diariamente


2do artículo de 4: La cultura decide diariamente la muerte de 36 cubanos


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Tendencia creciente

Muchos pensaron que iba a disminuir la adicción con la eliminación del cigarrillo de la canasta básica hace cuatro años. Sin embargo, la investigación Mercado y consumo de cigarrillos en Cuba y la decisión entre tabaco o salud, de la doctora Nery Suárez Lugo, investigadora y profesora titular de la Escuela Nacional de Salud Pública, publicada este año en la Revista cubana de Salud Pública, indica todo lo contrario.

Al analizar el comportamiento del consumo de cigarrillos en el país durante el 2013, en relación con el año anterior, se demuestra que el consumo per cápita (por cada cubano de 15 años o más) creció en un 4.8 por ciento, lo que representa que cada persona comprendida en esas edades fumó un promedio de casi cuatro cigarrillos diarios.

Apunta además este análisis que el precio promedio se incrementó 1,7 por ciento en las ventas en pesos cubanos convertibles; sin embargo, ello no tuvo impacto en la disminución del consumo. Además, el mercado en CUP siguió siendo el más recurrente para la adquisición de cigarrillos, y la marca Criollos fue la más solicitada.

Según la autora de la indagación ese ascenso pudiera tomarse como el inicio de una nueva tendencia creciente. «No incrementar los precios en proporciones que regulen la demanda, unido al crecimiento de los ingresos en algunos segmentos de la población, constituyen factores económicos favorecedores del consumo de esos productos».

Con tales evidencias Suárez Lugo certifica que la segmentación del mercado ofrece los argumentos para la elaboración de una estrategia de reducción de la demanda.

Campañas «sin resultados»

Pese al sistemático trabajo educativo que se desarrolla para disminuir la práctica de fumar en la población, todavía la prevalencia de fumadores es numerosa, lo que desnuda las debilidades de las campañas desplegadas y los déficits de las políticas comunicativas de bien público.

Desde 1986 el Ministerio de Salud Pública elaboró el Programa para la prevención y el control del tabaquismo, el cual incluye cinco componentes: las investigaciones, las acciones de promoción de salud y prevención de la iniciación en el consumo, el fomento de ambientes libres de humo, la creación de servicios de ayuda para la cesación tabáquica y la formulación de un marco legislativo que favorezca las medidas de control.

No obstante, la doctora Elba Lorenzo Vázquez, explicó que desde la década de los 70, aún sin contar con ese programa específico, se desarrollaron acciones multidisciplinarias de gran intensidad, orientadas a disminuir el tabaquismo en la población.

También aludió a que a partir del Programa se han realizado acciones educativas para la concientización de la población. Destacó que cada año alrededor del 31 de mayo, Día Mundial sin fumar, se desarrolla en el país una campaña dirigida a la prevención y control del tabaquismo.

«Se realizan acciones educativas destinadas a segmentos de la población en diversos escenarios, con énfasis en los medios de comunicación masiva, todas bajo un lema y objetivos que identifican la jornada.

La especialista explicó que las acciones del Programa se interrelacionan y complementan en un objetivo común. Mas, señaló que para lograrlo «se precisa de la acción de los sectores sociales y la comunidad, ya sea en los hogares, centros de trabajo, escuelas, centros recreativos, entre otros, donde cada persona desempeña un rol esencial.

«De igual forma los medios masivos de comunicación pueden contribuir, al promover más mensajes que aborden la adopción de comportamientos en favor de la salud, los ambientes libres de humo, divulgar el acceso y beneficios de los servicios de cesación tabáquica que se brindan en las salas de rehabilitación de los policlínicos del país, así como la legislación existente. De igual manera deben evitar cualquier tipo de promoción del tabaco».

Lorenzo Vázquez explicó que las estrategias desarrolladas han elevado el nivel de conocimiento de la población con relación a las consecuencias del tabaquismo; no obstante no se ha logrado un impacto en el comportamiento. Ello igualmente refuerza la tesis de que estos cambios no tienen lugar en un corto período de tiempo.

«Estos se relacionan con acciones que contemplan la información, la educación, la comunicación, la existencia de entornos favorables potenciadores, la implementación de un fuerte marco legislativo, las limitaciones al acceso (relacionadas con el incremento del precio de los cigarros) y mayor visibilidad de las advertencias sanitarias en las cajetillas de cigarros, entre otras».

Algo reconocen los especialistas y es el hecho de que mientras se multiplican las campañas contra el tabaco en el mundo, en Cuba se han hecho más promociones gráficas para vender nuestros tabacos y cigarrillos en algunos espacios como los que expenden en divisas. En tal sentido Landrove Rodríguez considera que puede haber un balance y eliminar las formas de promoción que persisten.

En Cuba...

Mortalidad atribuible al tabaquismo activo

•13 301 personas mueren cada año por tabaquismo (36 personas cada día). De ellas 4 201 son mujeres y 9 100 hombres.

•El 15 por ciento de las muertes en el país son atribuidas a esta práctica.
Mortalidad atribuible por tabaquismo pasivo

•Ocurren 1 498 muertes al año por cáncer de pulmón y enfermedad isquémica atribuibles a la exposición al humo de tabaco ajeno (aproximadamente cuatro personas por día). De ellas 667 son hombres y 831 mujeres.

Resultados para prevenir

Según ha referido la doctora Patricia Varona, epidemióloga del Instituto Nacional de Higiene, Epidemiología y Microbiología, la III Encuesta es la investigación más importante a escala de país que ha permitido la vigilancia del comportamiento del tabaquismo en la población por diferentes variables sociodemográficas: sexo, grupos de edad, nivel educacional, estado civil, color de la piel, ocupación y otras.

Entre sus resultados se destacan:

•De los más de nueve millones de cubanos encuestados fumó alguna vez en su vida el 36,4 por ciento.

•Entre las mujeres el 16 por ciento fuma, es decir, alrededor de dos de cada 10, mientras entre los hombres tres de cada diez, el 31 por ciento.

•Fuman más las personas negras (31 por ciento) que las blancas y mulatas (22 por ciento y 24 por ciento, respectivamente).

•Por nivel educacional los universitarios son los menos consumidores de productos del tabaco, mientras por grupos de edades el mayor número está entre los 40 y 50 años, y por categoría de trabajador quienes laboran en empresas mixtas o por cuenta propia.

•La media de edad para el comienzo de esta adicción es de 17 años, sin diferencias por áreas geográficas, algo similar a la encuesta de 2001.

•Un 17 por ciento de adolescentes de 13 a 15 años fuma, lo cual expresa un incremento en ese segmento poblacional.

•El 40 por ciento de los encuestados desconocía regulaciones de fumar en instituciones de salud.

•Seis de cada diez fumadores desean dejar de fumar, principalmente mujeres.

Acerca del Autor
[caption id="attachment_3340" align="alignleft" width="150"]Autor Yuniel Labacena Romero Autor Yuniel Labacena Romero[/caption]Yuniel Labacena Romero es un joven periodista cubano quien trabaja para el diario oficialista Juventud Rebelde. (CubaenVivo con gusto ampliará la información si nos la proveen.)

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