Friday, November 21, 2014

Los ilegales violan los derechos de quienes esperan su ingreso legal

    Hay que ver las razones antes de calificar de “indignante” una determinada posición (o varias) sobre este candente tema.


    Por Gerardo E. Martínez-Solanas
    Redaccion de CubaenVivo - OPINION


[caption id="attachment_3550" align="alignright" width="495"]Algunos inmigrantes ilegales terminan siendo explotados casi como esclavos Algunos inmigrantes ilegales terminan siendo explotados casi como esclavos. Dibujo de Pedro Mendez Cubano Villa Clara[/caption]

Mi posición es a favor de los inmigrantes legales. Los cubanos tienen ciertos privilegios por motivos políticos y esa es una decisión del país (o países) que los acogen, por lo que el tema no corresponde a lo que quiero discutir ahora.

Estoy a favor de los inmigrantes legales que hacen largas colas de años y se esfuerzan por llenar requisitos (a veces difíciles) para ingresar y ser bien recibidos en Estados Unidos (o en otros países con leyes de inmigración). Esos millones de personas que esperan pacientemente sus visas de ingreso (como residentes, como estudiantes o como mano de obra) merecen tener absoluta prioridad en cualquier política inmigratoria, al menos por reconocimiento de su voluntad de respetar las leyes del país que les da la bienvenida.

El que ingresa ilegalmente o el que permanece en el país violando las leyes que limitan sus visas, está violando también los derechos de quienes esperan pacientemente su ingreso legal. Es muy injusto que se les dé prioridad por el simple hecho de que han logrado burlar la ley durante años y se han aprovechado de los beneficios que esperan de este país pasando por delante de los que están en la cola y cumplen con las normas establecidas.

Por otra parte, si vamos a ser pragmáticos, la permisividad migratoria que ha provocado a lo largo de muchos años el ingreso ilegal de más de 12 millones de inmigrantes, ha provocado situaciones en las que sería inhumano actuar ciegamente en contra de todos los que han violado las leyes migratorias de este país. En particular los que han nacido acá o ingresaron con sus padres cuando eran muy niños. Es una cuestión humanitaria que merece introducir excepciones en cualquier ley migratoria. Además, el país debe tomar decisiones razonables con quienes han realizado estudios y se han encaminado como personas útiles a la sociedad en que viven. Son jóvenes prometedores que merecen una sensata consideración de sus casos.

En cuanto al resto, les corresponde actuar con honestidad y salir del país para intentar el reingreso dentro de la legalidad. Para ello, la nueva ley migratoria podría darles una amnistía en el sentido de no castigarlos por sus faltas anteriores y permitirles colocarse en la cola de solicitudes de visa en el Consulado de EEUU de su país. A ellos se les daría el mismo tratamiento que a los demás.

Finalmente, las autoridades de inmigración de EE.UU. debieran tramitar solicitudes de las empresas que desean o necesitan contratar a extranjeros para otorgar las visas suficientes a solicitantes que llenen los requisitos de esas empresas. Esto les garantizaría que los contratos laborales no fueran abusivos y se adaptaran estrictamente a las leyes que se aplican a todos los residentes y ciudadanos. Como contrapartida, debieran castigar severamente con multas crecientes (en casos de reincidencia) a las empresas que empleen inmigrantes que carecen de una visa que les permita trabajar en el país. Es notable cómo en esos casos, los inmigrantes a veces trabajan por sueldos de miseria y en demasiadas ocasiones sufren condiciones que recuerdan los tiempos nefastos de la esclavitud.

Impulsemos leyes que promuevan una inmigración ordenada, legal y selectiva (según las necesidades del país) y leyes que castiguen el abuso de los inmigrantes aprovechándose de su condición de estancia ilegal en el país.

Acerca del Autor
Gerardo E. Martínez-SolanasGerardo E. Martínez-Solanas es natural de La Habana Vieja, Cuba. Cursó estudios en CCNY y CUNY, ambas de la ciudad de Nueva York, donde obtuvo Maestrías en Economía y en Ciencias Políticas. Fue funcionario de las Naciones Unidas y es actualmente Director de DemocraciaParticipativa.Net

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