- "¿Adónde llevaron los restos de los familiares sepultados allí?" se pregunta la holguinera Iliana Pérez Vázquez. Y es que los cubanos en Holguín hemos logrado poner en una asombrosa mezcla las Almas Muertas de Nicolai Gogol en el Macondo de los Cien Años de Soledad de García Márquez.
- Por Jesús Arencibia Lorenzo, La Habana
Edición e Ilustración CubaenVivo
"Le escribo para denunciar un hecho tan inhumano como insólito". Así inicia su carta Iliana Pérez Vázquez, preocupada porque en el cementerio de la comunidad de Las Calabazas, en el municipio holguinero de Calixto García, se haya cometido una usurpación.
Por años, un panteón de tres capacidades ubicado allí ha pertenecido a la familia Aballe López, residente en el colindante municipio de Cacocum. El Día de las Madres del año en curso, varios parientes fueron al camposanto y, para asombro suyo, el sepulcro tenía la inscripción de otra familia, los González. En ese momento le preguntaron al sepulturero, y este les dijo que sus restos ya no estaban allí y no pudo decirles dónde se encontraban.
Molestos, los familiares se presentaron en la Dirección de Servicios Comunales del municipio de Calixto García, ante el funcionario José Forti, quien —según la carta— se negó a darles información.
"Esta persona le dijo a mi padre —narra la remitente— que en el cementerio había un nicho; que lo convirtiera en panteón con recursos propios y cuando lo terminara, fuera a verlo para darle la propiedad", algo a todas luces imposible, "pues el referido nicho es propiedad estatal".
Posteriormente, el mismo funcionario recomendó al anciano —asevera la lectora— que esperara a que el Director de Comunales pasara a otras funciones, para darle después la propiedad sobre el túmulo.
Por último, los familiares decidieron presentarse ante quien aparece como propietaria del panteón, Olga González, vecina de la ciudad de Holguín, quien les expresó primero que lo había adquirido en 10 mil pesos y luego les planteó que el Estado se lo había entregado en 1958...
Más tarde, al ser citada por el Director de Comunales de Calixto García, "la supuesta propietaria manifestó que Eliodoro Parra, honrado sepulturero fallecido en el 2002, se lo había regalado".
La lectora se hace varias preguntas: ¿Quién vendió el panteón? ¿Cómo pudieron darle a otra persona la propiedad de algo que ya tenía titular? ¿Dispone Servicios Comunales de facultades para conceder esa propiedad y de ese modo? ¿Adónde llevaron los restos de los familiares sepultados allí?
Si desean más información para aclarar este caso, pueden localizarme en la ECCOP —en la carta no se precisa el significado de estas siglas— del municipio de Calixto García a través del teléfono 357-1841, concluye su carta Iliana.
¿Sepultaron la decencia en el cementerio de Las Calabazas?
Acerca del Autor
Jesús Arencibia Lorenzo, La Habana, es reportero, abscripto a la columna Acuse de Recibo del diario oficialista del régimen Juventud Rebelde.
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